VÍA CRUCIS EN EL CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) DE ALUCHE
Hoy, día de Viernes Santo, uno de los capellanes del Centro de Internamiento para Extranjeros de Aluche (Madrid), Rufino García, y un voluntario, Tomás Ludeña, han celebrado un Vía Crucis denso e intenso con un grupo de personas allí recluidas, hombres y mujeres.
Con ellas hemos ido contemplando los diversos momentos de la pasión y la muerte de Jesucristo hace ya más de dos mil años, y la pasión y muerte de Jesucristo hoy “precisamente en un lugar en el que las personas que estáis aquí –palabras textuales de la monición introductoria- estáis retenidas en contra de vuestra voluntad, privadas de libertad y con un futuro incierto por delante. Sois víctimas de un sistema injusto que hace sufrir gratuita e inútilmente. En vosotros, Jesucristo está sufriendo hoy su pasión y su cruz”.
Leímos el texto bíblico correspondiente a cada estación, hicimos una oración alusiva a las diferentes realidades en las que se hace hoy presente la pasión y la muerte de Jesús (guerras, hambre, desplazamientos forzosos, enfermedad, falta de luz en Cañada Real, personas víctimas de la trata, discriminación de la mujer, etc.) y concluimos cada estación alternando el rezo del Padrenuestro y del Avemaría con silencios y con cantos.
Al final, adoramos sencillamente la cruz y entregamos a los participantes una pequeña cruz coronada con las cuentas del Rosario y un pequeño folleto: “La Semana Santa con el Papa Francisco”.
Contrastaba la frialdad y aspereza del espacio con la emoción de esos rostros sufrientes que experimentaban la cercanía de un Dios crucificado que les bendecía, les abrazaba y les ofrecía la esperanza y el sueño de un futuro mejor para sus vidas.
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Gracias por ese testimonio de un viernes santo encarnado en la pasión actual de los que sufren las consecuencias de la injusticia y la insolidaridad.
Gracias a usted por su comentario, José Ángel.
Que Dios guíe a esta Iglesia desnortada que mezcla piedad católica con demagogia progresista.
Muchos no salimos de nuestro asombro.