Cola de gente. Bajar salarios no crea empleo. Trabajo.

BAJAR LOS SALARIOS CREA EMPLEO: MENTIRA

UNA MENTIRA: PARA CREAR EMPLEO HAY QUE BAJAR LOS SALARIOS
Artículo de Juan Fernández de la Cueva Martínez Raposo.

Cola de gente. Bajar salarios no crea empleo. Trabajo.
El Banco de España afirma que hay que reducir los salarios para crear empleo. Así se pronunció en su Boletín del 2 de sept de 2021, y siguieron su misma estela instituciones como CEOE, CEPIME, BBVA y los medios de comunicación en Bolsa como “Cotizalia” o El “Libre Comercio. Hasta el FMI recomendó lo mismo a España.

Pero yo intento en este artículo mostrar que hay argumentos para defender que este mantra tan repetido no es un axioma irrefutable.

1. Posición de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)

La raíz de esta cuestión en la “receta para crear empleo” nace de cómo se produce la creación de riqueza y cómo repartirla. La finalidad de cualquier empresa es generar riqueza para los dueños de capital y para los trabajadores. Si no colaboran entre sí estos dos elementos no se obtiene producción de riqueza.

Ahora bien, es evidente que esta necesaria relación entre capital (que crea el empleo) y trabajadores (que concurren con su esfuerzo e ingenio), es siempre desigual. La DSI lo dice así: “La relación entre trabajo y capital presenta frecuentemente matices de conflictividad, que asume caracteres nuevos con el cambio de los contextos sociales y económicos” (CDSI 279).

Este elemento de conflictividad hemos de tenerlo en cuenta en la resolución de cómo combinar la creación de empleo y la bajada de salarios. San Juan Pablo II propone la superación de esta conflicto en Laborem exercens 13. Como este nº 13 de la encíclica es muy largo, cito el resumen que hace el Compendio de la DSI sobre este litigio: “Entre el trabajo y capital debe existir complementariedad… El trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el capital es solo un instrumento” (CDSI 277) Dicho de otra manera: establece la primacía de la persona trabajadora sobre el capital, pero ambos elementos son complementarios.

El mismo papa lo reafirma así en otra encíclica: «Es absolutamente falso atribuir únicamente al capital o únicamente al trabajo lo que es resultado de la efectividad unida de los dos, y totalmente injusto que uno de ellos, negada la eficacia del otro, trate de arrogarse para sí todo lo que hay en el de efecto».(QA AAS 23)

2. Argumentos a favor de combinar la complementariedad y conflictividad entre trabajo y sueldos. (Argumentos que recojo de TORRES J. Econofakes, Deusto 2021, cap 7)

  • La historia demuestra que en Europa desde 1945 a 2005 (época de gran desarrollo económico) crecieron los salarios y a la vez el empleo. Por el contrario, en la última crisis de 2008, bajaron los salarios en España como nunca habíamos visto, pero creció el desempleo. Estos dos datos desmienten históricamente que para crear empleo hay que bajar los salarios.
  • No es automático que si suben los salarios bajan los empleos porque hay muchos factores que influyen en esa balanza. Así, por ejemplo, un empresario no dejaría de contratar trabajadores (aunque suban los sueldos) si tiene muchos compradores que le demandan negocio.
  • Es posible que un aumento de salarios pueda llevar consigo mayor demanda de consumo de bienes o servicios, y por tanto aumenta el beneficio general que influye en mayor contratación laboral de las empresas, a la vez que crecimiento de las arcas nacionales.

3. Consecuencias nefastas del mantra “bajar los salarios crea empleo”.

  • Si bajan los salarios, los trabajadores peor pagados y precarizados serían arrojados a la pobreza porque disponen de menos ingresos para hacer frente a sus necesidades básicas. Y lo que es más grave, tendrían que renunciar a muchos derechos laborales.
  • El peso de los salarios sobre el PIB ha caído en España a su nivel más bajo desde 1989 a 2018 (Cinco Días, 12/03/2018) Eso provoca un mayor endeudamiento de los hogares con menos ingresos, pero también de las empresas que reducen sus ventas. Por otra parte, el sector público ha de hacer frente al aumento de pobreza provocada.
  • El aumento de beneficio en las empresas no sería igual para todas. Ganarían por goleada las que tienen más dominio en el mercado. Eso agudiza los procesos de su concentración de grandes empresas en monopolios y el empobrecimiento de las empresas más pequeñas.

 Estas nefastas consecuencias son alarmas que echan por tierra algunos principios fundamentales de la DSI, como son la prioridad de la persona en la combinación de capital y trabajo para la producción de riqueza. Y también, el principio de la mayor equidad a la hora de conseguir el bien común, objetivo ineludible de toda economía.

“El bienestar económico de un País no se mide exclusivamente por la cantidad de bienes producidos, sino también teniendo en cuenta el modo en que ellos son producidos y el grado de equidad en la distribución de la renta, que a todos debería permitir disponer de lo necesario para el desarrollo y el perfeccionamiento de la propia persona” (CDSI 303).


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