Pactos Mundiales de Migración. Pactos que salvan vidas.

ESPECIAL PACTOS MUNDIALES MIGRACIÓN Y REFUGIADOS

[entrada publicada el 27.1.18; actualizada el 17.2.19]

Los países de la ONU acordaron a principios de diciembre un Pactos Mundial (Global Compacts) sobre Refugiados y Migraciones. El primero fue presentado en el seno de las Naciones Unidas y próximamente los países miembros deberán adoptarlo formalmente. El segundo ha sido suscrito en una conferencia intergubernamental los días 10 y 11 de diciembre en Marrakech, Marruecos.

Ofrecemos en esta página especial, documentación sobre este crucial asunto (pincha en cada ítem del índice para ir a esa parte de la página):

1. ANTES DEL ACUERDO

      • Puntos de acción propuestos por el Papa Francisco. Incluye:
        • El Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018.
        • Las intervenciones que tuvieron lugar en el acto público “Pactos que Salvan Vidas” (18.6.18), convocado por la Mesa de la Hospitalidad de nuestra archidiócesis: Carlos Osoro -arzobispo-, Adela Cortina -catedrática de ética-, Vladimir Paspuel -migrante-, Manuela Carmena -alcaldesa-, y Ángel Garrido -presidente de la Comunidad-.
        • La intervención de don José Cobo -obispo auxiliar- en la 2ª Vigilia de Oraciòn con la Cruz de Migrantes y Refugiados ante el CIE de Aluche (16.6.18).
        • Los 20 puntos de acción pastoral pedidos por Francisco a las comunidades cristianas.
        • Los 20 puntos que las comunidades debemos exigir a nuestros gobiernos y autoridades.
      • Resumen de los Puntos de acción de Francisco en el Boletín de Cáritas – Vicaría IV de Madrid.
      • Vídeo resumen y mensaje de la Sección Migrantes y Refugiados del dicasterio romano para el Desarrollo Humano Integral.
      • Nota de prensa de la Red intereclesial Migrantes con Derechos.
      • Resumen del Servicio Jesuita a Migrantes (se abrirá en una nueva ventana).

2. EN y DESPUÉS DEL ACUERDO


Puntos de acción propuestos por el Papa Francisco

El Papa Francisco urge a toda la Iglesia a tomar parte activa y prioritaria en este tema. Y, por eso, propone una serie de acciones concretas.

  • Por una parte, 20 puntos de acción que las comunidades cristianas debemos realizar para acoger, proteger, promover, e integrar, a los migrantes y refugiados.
  • Y, a la vez, otros 20 puntos que debemos urgir a nuestros gobiernos y autoridades.


El siguiente documento -que puede descargarse aquí– recoge esos puntos y más:

  • El Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018.
  • Las intervenciones que tuvieron lugar en el acto público «Pactos que Salvan Vidas» (18.6.18), convocado por la Mesa de la Hospitalidad de nuestra archidiócesis: Carlos Osoro -arzobispo-, Adela Cortina -catedrática de ética-, Vladimir Paspuel -migrante-, Manuela Carmena -alcaldesa-, y Ángel Garrido -presidente de la Comunidad-.
  • La intervención de José Cobo -obispo auxiliar- en la 2ª Vigilia de Oraciòn con la Cruz de Migrantes y Refugiados ante el CIE de Aluche (16.6.18).
  • Los 20 puntos de acción pastoral pedidos por Francisco a las comunidades cristianas.
  • Los 20 puntos que las comunidades dedebemos exigir a nuestros gobiernos y autoridades.

Los puntos de acción pueden verse, también y en diversos idiomas, en el documento Responder a los desafíos de los refugiados y migrantes: veinte puntos de acción para los pactos globales, elaborado por la Sección para Migrantes y Refugiados del Dicasterio vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral. Está aquí).


Resumen de los Puntos de acción de Francisco en el Boletín de Cáritas – Vicaría IV de Madrid (diciembre 2018). El boletìn pede descargarse aquí.


Vídeo resumen Y mensaje de la Sección Migrantes y Refugiados del dicasterio romano para el Desarrollo Humano Integral


Nota de prensa de la Red intereclesial Migrantes con Derechos


Resumen de la intervención de Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano
[fuente: La Stampa – Vatican Insider]

El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, aplaudió, en nombre del Papa Francisco, la adopción del pacto global (“global compact”) pues, en un tiempo en el que aumentan los flujos migratorios, «la retórica puede eclipsar la razón» y está creciendo «una oleada de racismo y xenofobia», puede ayudar «a todos los gobiernos, así como a las organizaciones no gubernamentales, incluidas las religiosas, a gestir colectivamente las migraciones de manera más segura, ordenada y regular». Lo hizo durante el discurso que pronunció en la conferencia intergubernamental que se llevó a cabo en Marrakech, en donde subrayó que se trata de un objetivo «que ningún Estado puede llevar a cabo solo».

«Estoy feliz de ofrecer el caluroso saludo de Su Santidad, el Papa Francisco, y, en su nombre, aplaudo con favor la adopción formal del Pacto Global para una migración segura, ordenada y regular», dijo el purpurado, que guiaba a la delegación de la Santa Sede que participó en el encuentro. Afirmó que la adopción de este Pacto «llega en un momento crítico de la historia», porque, aunque «la migración siempre ha sido una respuesta natural a las crisis y al deseo innato de mayores oportunidades, de una vida plena y con mayor libertad, paz y seguridad», ahora «hay más personas que nunca en movimiento» y, en particular, «un número cada vez mayor de personas es obligado, por diferentes factores adversos, a dejar la propia casa», con «viajes involuntarios, inseguros e irregulares que ponen a los migrantes y a sus familias en situaciones de vulnerabilidad, presentando desafíos significativos para los países de origen, de tránsito y de destino. Como hemos visto en los últimos años, cuando esos desafíos no son bien afrontados, se pueden crear crisis, la retórica puede eclipsar la razón, y los migrantes pueden ser vistos más como amenazas que como hermanos y hermanas que necesitan solidaridad y servicios básicos». Al respecto, el Pacto Global «trata de ayudar a la comunidad internacional» en la prevención de las crisis y de tragedias, por lo que su puesta en marcha «ayudará a todos los gobiernos, así como a las organizaciones no gubernamentales, incluidas las religiosas» a que se ocupen «colectivamente» de la migraciones «de manera segura, ordenada y regular», cosa que «ningún Estado puede hacer solo», dijo el Secretario de Estado vaticano. Parolin también señaló que «mientras algunos Estados han decidido no participar en el proceso o en esta conferencia intergubernamental, la Santa Sede está convencida de que los enormes desafíos que la migración plantea se afrontan mejor mediante procesos multilaterales» y no con «políticas aislacionistas».

El cardenal Parolin refirió que «la Santa Sede ya ha puesto en marcha el proceso para encontrar maneras más eficaces con las que las instituciones de la Iglesia católica y las organizaciones de inspiración católica en todo el mundo puedan utilizar el compendio de las mejores prácticas y recomendaciones del “Global Compact” que ejemplifican la acogida, la protección, la promoción y la integración de los migrantes», y recordó que «presentará, a su debido tiempo, sus reservas» sobre pasajes del acuerdo que no se refieran a «terminología, principios y líneas guía» que el Vaticano no comparte con respecto, en particular, al «valor intrínseco y a la dignidad de la vida humana en cada fase de su inicio, desarrollo y fin». El pacto global, en conjunto, es un «paso hacia adelante significativo en la responsabilidad compartida por la comunidad internacional de actuar en solidaridad con las personas en movimiento, especialmente con las que se encuentran en situaciones muy precarias».

El purpurado recordó también el compromiso del Papa Francisco durante todo su Pontificado en la «sensibilización sobre la difícil situación de los migrantes», en la denuncia del «aumento de la xenofobia y del racismo» y en la insistencia sobre el derecho de quienes se ven obligados a partir a «vivir en dignidad y seguridad en el país de origen». Recordó además dos cuestiones específicas relacionadas con las migraciones: la paz y la integración. Antes que nada, afirmó, «si queremos mantener nuestro compromiso para que la migración sea voluntaria y segura, ordenada y regular, debemos afrontar las causas profundas de los flujos migratorios», y, en particular, «situaciones de violencia, condiciones de vida inhumanas, dificultades económicas, catástrofes naturales y degradación ambiental», que no solo afectan a los países en los que se verifican, «sino también en los países de tránsito y de destino» de los migrantes. En segundo lugar, «las personas en movimiento deben ser acogidas y tratadas con dignidad, aunque después se decida que deberán ser repatriadas en seguridad a sus países de origen». El cardenal Parolin afirmó que «para quienes se ha reconocido un estatus regular y la posibilidad de permanecer en el país de destino, temporal o permanentemente, es importante subrayar que la integración no es solo asimilación o incorporación, sino un proceso de doble sentido arraigado en el reconocimiento recíproco de la igualdad fundamental y de la dignidad de todos», un enfoque que «contribuirá también a frenar la oleada de racismo y xenofobia».


Análisis de Alberto Ares, doctor en migraciones internacionales y cooperación al desarrollo. Director del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Pontificia Comillas y adjunto a la coordinación del Servicio Jesuita a Migrantes España.

Hay pactos que siembran futuro

Introducción

El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular ya es una realidad después de que se ratificara formalmente este lunes en Marrakech en una cumbre internacional con la presencia de 164 países. Constituye el primer acuerdo global de la ONU sobre un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. El pacto afecta a 1.000 millones de personas que están en movimiento en el mundo. De ellos más de 740 millones son migrantes internos y otros 258 millones migrantes internacionales.

En preparación a estos pactos firmados por los jefes de estado, los días 6 y 7 de diciembre ha tenido lugar en Rabat la Conferencia Parlamentaria Internacional sobre Migraciones organizada por la Unión Interparlamentaria y el Parlamento del Reino de Marruecos con motivo de los Pactos Mundiales para la migración segura, ordenada y regular. El desarrollo de la misma tuvo lugar en la sede del Parlamento de Marruecos en Rabat y a ella pude acudir en calidad de conferenciante, compartiendo sobre la realidad de la integración y la cohesión social en el campo de las migraciones.

Lo vivido en estos últimos días en Marruecos, refuerza una mirada sobre la realidad migratoria como una de las encrucijadas más importantes de nuestra historia contemporánea. Una encrucijada vivida como una gran oportunidad de desarrollo y de recreación dentro de nuestras sociedades, pero también como un reto que plantea serios interrogantes a la convivencia y a nuestra propia manera de comprendernos como sociedad. Esto se une a las imágenes de millones de personas que se ven obligadas a dejar su hogar por situaciones de persecución, guerras, pobreza extrema o desastres naturales, entre otros.

Tomando el pulso a estos procesos, La Asamblea General de Naciones Unidas acordó en una cumbre de la ONU celebrada en septiembre de 2016, desarrollar dos Pactos Globales: un pacto sobre los refugiados y otro para una migración segura, ordenada, regular y responsable. El primero fue presentado en el seno de las Naciones Unidas y próximamente los países miembros deberán adoptarlo formalmente. El segundo ha sido suscrito en una conferencia intergubernamental que tiene lugar los días 10 y 11 de diciembre en Marrakech, Marruecos.

¿Qué significa el Pacto Mundial sobre Migraciones y qué pretende?

El Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular constituye el primer acuerdo global de la ONU sobre un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. El pacto global no es legalmente vinculante. Se basa en los valores de la soberanía del estado, la responsabilidad compartida, la no discriminación y los derechos humanos, y reconoce que se necesita un enfoque cooperativo para optimizar los beneficios generales de la migración, al tiempo que se abordan sus riesgos y desafíos para las personas y las comunidades en los países de origen, tránsito y destino.

Para la preparación de esta cumbre se ha realizado una serie de sesiones temáticas informales, consultas regionales y con diversos organismos internacionales, gobiernos nacionales, aliados de la sociedad civil, incluyendo a organizaciones de Iglesia y expertos universitarios. Para las negociaciones de estos acuerdos, el Vaticano presentó un documento de 20 puntos que tomaban como marco cuatro claves: acoger, promover, proteger e integrar. Buena parte de las directrices se han recogido en el documento final de los pactos. Estos puntos son claves en el pensamiento del Papa Francisco, que no cesa de repetirlos y animar a propagarlos, especialmente para un cambio de actitud en la ciudadanía global.

El Pacto Global comprende 23 objetivos para gestionar mejor la migración a nivel local, nacional, regional y global. Los objetivos de estos pactos son:

  1. Mitigar los factores adversos y los factores estructurales que impiden a las personas construir y mantener medios de vida sostenibles en sus países de origen;
  2. Reducir los riesgos y las vulnerabilidades que enfrentan los migrantes en diferentes etapas de la migración, respetando, protegiendo y cumpliendo sus derechos humanos y brindándoles atención y asistencia;
  3. Abordar las preocupaciones legítimas de los estados y las comunidades, al tiempo que reconoce que las sociedades están experimentando cambios demográficos, económicos, sociales y ambientales en diferentes escalas que pueden tener implicaciones y resultados de la migración;
  4. Crear condiciones propicias que permitan a todos los migrantes enriquecer nuestras sociedades a través de sus capacidades humanas, económicas y sociales, y así facilitar sus contribuciones al desarrollo sostenible a nivel local, nacional, regional y global. Texto íntegro del documento: Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular (Borrador Final)

¿Cuáles son los retos y las dificultades?

Desde algunos ámbitos, el documento ha sido criticado por acercarse a un acuerdo de mínimos. En el documento se ven grandes posibilidades, pese a que algunas personas echan en falta una determinación más clara en el compromiso por la no detención de menores pues, aunque se habla de buscar todas las formas posibles para no detenerlos, no se excluye esta posibilidad.

Asimismo, les hubiera gustado ver una declaración que afirme que la persona humana sigue siendo persona, independientemente de su estatus migratorio. Incluso otras personas echan en falta de algunas directrices sobre las migraciones transfronterizas y su regulación. Estos y otros elementos han sido objeto de serio debate. Así algunas personas han bautizado a este documento, como un texto de respuesta más que de propuesta, ante una emergencia global.

En el otro extremo, algunos países ven en el documento y en alguno de sus objetivos planteados, elementos inaceptables pues interpretan que atentan contra su soberanía nacional. Desde esta perspectiva, el debate de la ratificación del Pacto Mundial parece tambalearse sobre todo cuando algunos países como Estados Unidos, Israel, Hungría, Austria, Bulgaria, Polonia, República Checa, República Dominicana, Eslovaquia y Australia se han desvinculado. En las últimas horas otros países advirtieron de su retirada – Suiza, Italia, Dinamarca y Países Bajos- y en otros casos, aunque lo ratificaron tuvieron serios problemas internos, como ha sido el caso de Bélgica.

En algunas ocasiones como en el caso de Europa, se criticaba de que en aras a un mayor consenso se habían atemperado las posiciones para que todos los países pudiéramos sentirnos cómodos para firmar. Una vez hecho este ejercicio, alguno de estos países se va a desmarcar de igual manera. Cada uno de estos debates salían a la luz en los pasillos del parlamento con senadores y cuerpos diplomáticos de delegaciones de todo el mundo.

Ante este panorama, ¿Hay alguna posibilidad de que los pactos salgan adelante no sólo como una firma para la galería o un brindis al sol?

¿Cuáles son las oportunidades?

Como decíamos anteriormente, nos encontramos ante un acontecimiento único en la historia, pues nos sitúa ante el primer acuerdo global de la ONU sobre un enfoque común de la migración internacional en todas sus dimensiones. Algo nunca acordado hasta la fecha. Una gran oportunidad.

Evidentemente, aunque hubiera sido deseable que el 100% de los países firmaran los Pactos, la gran comunidad internacional está de acuerdo en tener un marco común en el campo de las migraciones. Vivimos un momento histórico, una gran encrucijada de la historia en el mundo de las migraciones. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Creo que necesitamos apostar por avanzar en una respuesta común ante un reto que necesita de una mirada integral y transformadora.

Cuando se conmemoran el 70 aniversario de la declaración universal de los Derechos Humanos tenemos que situarnos desde la garantía de los derechos básicos de las personas migrantes.

Ahora se abre un tiempo muy importante en el que después de la ratificación comience la implementación de los acuerdos dentro de las políticas migratorias y los ordenamientos jurídicos de los estados, involucrando a todos los actores sociales en este empeño.

Una de las grandes oportunidades que abre este acuerdo, es que puede sentar las bases a una acción coordinada y global de la comunidad internacional, y que posibilitará marcos de diálogo y de implementación en el ámbito regional y local.

Desde la mirada de la delegación española del Senado independientemente de su color político y la del propio embajador de España, todos estábamos de acuerdo en ver el vaso medio lleno, pese a las dificultades. Este era el sentimiento al dialogar con Gabriela Cuevas, presidenta de la Unión Interparlamentaria o al escuchar los posicionamientos de los mismos Habib El Malki y Hakim Benchamach, presidentes de la Cámara de Representantes y de Consejeros del Parlamento de Marruecos.

Texto íntegro: Documento final de la reunión parlamentaria con motivo de la adopción del Pacto Mundial para la migración segura, ordenada y regular.

Una mirada integral

Respuestas parciales e insuficientes. Llevamos muchos años intentando dar respuestas parciales y en algunos casos insuficientes a la realidad migratoria. En ocasiones se han puesto el foco en las causas que dan origen a las migraciones, en otras se ha intentado atender a los flujos y a la acogida, o se han planteado políticas de integración y cohesión social. No siempre ha sido fácil tener una mirada de conjunto.

Control de flujos. Hoy en día el gran debate se sitúa en las fronteras, en el control de los flujos. Aparentemente abandonados a una corriente de actitud “nacionalista”, nos arrodillamos ante una actitud defensiva, que sitúa la seguridad como el eje central en el debate migratorio.

Mayor corresponsabilidad. ¿Cómo hemos llegado a sucumbir o a entregarnos al espejismo del control de fronteras como la mejor herramienta para gestionar las migraciones? Algunos países, como los del sur de Europa, se han cansado de esperar a una corresponsabilidad que nunca llega. La externalización de fronteras y los proyectos de acuerdos bilaterales millonarios son pequeñas “tiritas”, que intentan contener a una herida que no hace nada más que agudizarse. ¿Cuánto tiempo podrá contener esa tirita esta situación?

Mirada integral. Algo tremendamente interesante de los Pactos Mundiales es que ayudan a poner un marco integral a la realidad migratoria mundial, planteando las distintas dimensiones que envuelve este fenómeno, y potencian acciones coordinadas y globales.

Junto a la delegación española, recordábamos con satisfacción las políticas de integración y cohesión social desarrolladas por España durante años. Un punto de inflexión fue la crisis económica cuando todas estas políticas se fueron desdibujando, o en políticas de cooperación internacional, casi desapareciendo.

Identidad e integración

Muchas fueron las cuestiones que aparecieron en el debate parlamentario. Algunas delegaciones muy numerosas y activas traían preguntas y elementos relevantes. Otras menos numerosas no se quedaban atrás. Este fue el caso de Austria, que planteó en un momento del debate la pregunta por el envejecimiento de las sociedades occidentales, el incremento de los prejuicios sobre las personas migrantes en Europa, o la cuestión de la instrumentalización de las migraciones en las campañas electorales o del debate político, con una alusión a las elecciones en Andalucía.

En la respuesta de los panelistas, entre los que me encontraba, retomé esas cifras del envejecimiento de la población en España, y la necesidad de personas que puedan aportar en el sistema productivo, para contribuir a un desarrollo sostenible en nuestro país, que equilibre nuestra pirámide poblacional.

En nuestro país como en otros del ámbito occidental estamos focalizados en el control de flujos, en cuidar de nuestra seguridad y nuestras fronteras. En este proceso nos olvidamos de que nuestras sociedades, son sociedades diversas que necesitan una atención especial, cuando por ejemplo en España hay más de 6,5 millones de personas que han nacido fuera de nuestras fronteras.

Distintos informes recogen cómo la crisis económica y la no implementación de políticas sociales de gestión de la diversidad, ha precarizado la vida de los sectores más vulnerables de la sociedad, en los cuales la población de origen inmigrante ocupa un espacio considerable. Elementos como el acceso a la vivienda, la aglomeración en algunos barrios o poblaciones, o la falta de programas de gestión de la diversidad en centros educativos, entre otros.

Nunca como hasta ahora ha habido tantos informes que recogen la bondad de las migraciones tanto en los países de origen como de destino. Universidades de todo el mundo lo acreditan, pero nunca como hasta ahora el crecimiento del discurso anti-inmigración ha tenido acentos tan fuertes. ¿Por qué esto ocurre y por qué hay un discurso nacionalista y de corte populista en el ámbito político que está recibiendo tanto eco?

Cuando no invertimos en integración no solo afecta a la integración y a la cohesión social dentro del colectivo inmigrante, sino en un buen sector de la población que en muchos casos soporta una presión social muy por encima de la media. Cuando no invertimos en integración y posibilitamos que haya centros educativos con un porcentaje de diversidad en ocasiones de más del 90%, o pueblos o barrios sin espacios o mobiliario público adecuado, o sin mediadores interculturales, etc. Esta situación está dejando fuera a mucha gente que no vota (la población inmigrante), pero a mucha otra que sí.

Esta secuencia que hemos vivido en Andalucía puede encontrar su paralelismo en las elecciones estadounidenses, en el Brexit del Reino Unido, y desgraciadamente en países más cercanos como Italia. Simplificando mucho, cuando no se invierte en integración y la corresponsabilidad sufre por su ausencia, dejamos a muchas personas insatisfechas fuera de la “jugada”, con posibilidad de que algunas posturas populistas en el ámbito político aprovechen este vacío, enarbolando la bandera de la migración como uno de los chivos expiatorios del malestar social. Algunas de las cuestiones que se planteaban estos días en Rabat retomaban de una u otra forma la pregunta por la identidad. ¿Qué significa hoy en día ser español o francés o australiano o chileno o estadounidense o marroquí o andaluz?

¿Qué podemos esperar desde España?

Desde nuestro país, Pedro Sánchez ha alabado en Marrakech [ver más abajo su inervención] el esfuerzo que España ha realizado en las últimas décadas en la acogida e integración de personas migrantes. Para paliar una de las grandes lagunas que España estaba viviendo, Sánchez se ha comprometido a dotar un fondo de integración para inmigrantes que se articulará junto a comunidades autónomas y ayuntamientos, y un “Plan estratégico de ciudadanía e integración”.

Asimismo, criticó duramente la utilización de la instrumentalización de la migración desde el ámbito político. España, “colaborará en la ejecución equilibrada de los 23 objetivos del Pacto”. Sánchez anotó que “con independencia de su estatuto jurídico, el migrante es un ser humano, con derechos inalienables”. Asimismo, se celebrará también en 2019 una Conferencia Internacional sobre relación entre desertificación y migración en Almería.

Entre las muchas personas que veníamos instando al gobierno a que creara un fondo de integración y un Plan de Ciudadanía e Integración, que significaba una seria laguna desde el año 2014, recibo un esperanza y entusiasmo estas medidas, pero también con cautela y expectación. Ojalá que pronto se puedan implementar estas medidas desde una coordinación con todos los actores sociales que estamos involucrados desde hace décadas.

Hoy más que nunca el Pacto Mundial para la Migración segura, ordenada y regular puede ayudarnos a tener un marco global en el cual apoyarnos y construir espacios de diálogo, de cooperación y de integración, que favorezcan la cohesión social y que den respuestas reales a millones de personas que se ven obligadas a dejar su hogar, junto a otros pueblos que buscan una sociedad justa y próspera. En la implementación de estos pactos deberemos empeñar buena parte de nuestro esfuerzo y compromiso tanto a nivel intergubernamental, como en el ámbito regional y local.

Epílogo

En el camino de regreso a casa, tuve la suerte de conocer a Fátima una joven marroquí-italiana con la que compartí viaje hacia Casablanca y que trabaja en la Asamblea Parlamentaria del Mediterráneo con sede en Bucarest. Me contaba como toda su vida ha sido una continua reelaboración personal de su propia identidad. Ya en el metro de camino a mi barrio, compartí vagón con un grupo de chicos marroquíes, menores no acompañados, que regresaban a casa con sus educadoras. Cissé, compañero de Senegal, me abría la puerta de casa, con la pregunta: Alberto, ¿qué tal por Marruecos? ¿Es verdad que los pactos que se han firmado van a ser útiles?


Intervención de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, en la Conferencia


Claves del Pacto: audio del programa Cinco Continentes, de RNE (10.12.18)


Infografía-Resumen de los Pactos, elaborada por el Inst. Univ. de Estudios sobre Migraciones


Alberto Ares en Radio ECCA


Ponencia de Mónica Prieto en la Jornada sobre los Pactos del 1.2.19.

[puede descargarse aquí]

6 comentarios

  1. Las mafias que trafican con seres humanos no pueden ser quienes decidan quien entra en Europa tirándolos al mar para que los recojan los europeos, Se debe devolver a todas estas persona a su lugar de origen y que desde allí hagan las peticiones que deseen par entrar en Europa. No puede premiarse a quien se salta la cola para encontrar un trabajo o una vida mejor. Si se legaliza a las personas que entran en Europa saltandose los cauces legales lo que conseguimos es cerrar los cauces legales pues quedan cubiertas las posibilidades de acogida de Europa con los que vienen de forma ilegal fomentando una forma de hacer las cosas que solo beneficia a las mafias de traficantes. Europa tiene sus cauces legales para entrar en Europa que son los que se deben respetar. Mejorar las condiciones de vida de los paises pobres tampoco le costaría mucho a Europa si evita que los fondos que dedica a cooperacion acaben en los bolsos de los gobernanter corruptos de estos paises.
    Los principales responsable de la situación de los migrantes ilegales son los gobernante de sus paises que no tiene ninguna presion de nadie para mejorar la situacion de sus paise y de sus gente. Habria que poner mucha mas presion sobre estos gobernantes para que mejoren la vida de sus pueblos y ofrecer ayuda para que asi sea.

    1. Gracias por su comentario, Jesús. El papa habla de varios de los planteamientos que usted hace, aunque en sentido contrario. Pero, por supuesto, para eso están los comentarios, para mostrar los distintos puntos de vista, pues eso enriquece el diálogo. Saludos.

    1. Desde nuestra Vicaría pensamos que el pensamiento de Francisco es acorde con una correcta antropología que contemple al ser humano en su ineludible «ser con» y «ser para». Además de responder a un proyecto de sociedad que concreta los valores del Evangelio, al priorizar -por encima de otras consideraciones- las necesidades del descartado/a.
      Eso dicho muy en resumen. Su pregunta supera con mucho las posibilidades de un diálogo escrito.
      Saludos.

  2. En primer lugar gracias por escucharme.
    Los principios que usted dice me parecen prefectos. Con los necesitados hay que ser solidarios. Pero creo que hay que desalentar “siempre” la emigración ilegal. Especialmente cuando los emigrantes son engañados por las mafias, robados.. las mujeres violadas sistemáticamente, obligadas a quedarse embarazadas, obligadas a pagar sus deudas prostituyéndose en Europa…
    Este no puede ser el camino de entrada.
    Un ilegal no puede tener una cuenta en un banco, no puede tener una nomina, si trabaja para algún explotador le pagara lo que quiera … La vida que les espera en Europa no es un sueño sino una pesadilla. Por eso hay que hacer inviable ese modo de entrar para que los pobres no caigan en ese infierno y no sigamos alimentando a las mafias que cada día se hacen mas fuertes.
    Dice la Lumen Gentium “ A ellos (a los laicos) muy en especial, corresponde iluminar y “organizar” los asuntos temporales…
    No me parece buen camino recurrir a la autoridad del papa para justificar la organización de los asuntos temporales pues eso parece que le corresponde a los laicos que, dicho sea, están muy maltratados en la Iglesia. Pues se nos trata como eternos inmaduros siempre necesitados de la supervisión de un clérigo, me refiero a los asuntos temporales.
    Cuando se quejaron los helenistas de que sus viudas eran desatendidas, los apóstoles propusieron a la asamblea de los fieles que eligieran a siete para encargarles esta tarea y le pareció bien la propuesta a la asamblea y así lo hicieron . Parece que tenían autonomía en este terreno y no estaban bajo la supervisión de un apóstol en concreto. Los fieles eligieron a los siete diáconos y estos gestionaban con autonomía el tema de las viudas.
    Creo que un poco de democracia “en asuntos temporales” no le vendría mal a la Iglesia de hoy día. El responsable de estos asuntos, caritas, economía, asuntos sociales … en vez de ser designado por la jerarquía debería se elegido por la asamblea de los fieles.
    Claro que esto es muy difícil pues hoy día no tenemos asamblea de los fieles, pero algo habría que hacer para que volviera a haberla, mayormente cuando los aires que respira la sociedad en que vivimos son democráticos. En una sociedad medieval puede ser que la cosa tuviese que ser distinta.

    1. Gracias por su comentario. Trata usted temas muy variados, que requerirían un diálogo mucho más amplio que el que permite este medio.
      Muy en resumen, digamos que sobre la inmigraciòn ilegal habría que sumar que, aun siendo «ilegal», en la mayorìa de los casos es moralmente adecuada, y, encima, con frecuencia tristemente necesaria (por so cada vez más se habla de «movilidad humana forzada»: a quien lucha para sobrevivir no se le puede decir que se muera porque no cumple las condiciones legales, y máxime cuando la Iglesia trabajamos desde hace tiempo en ofrecer vías de migraciòn seguras y legales que casi ningún estado -tampoco el español- admite.
      Sobre el aunto del papa y demás, poco que decir: el tema de la migración es trabajado por un sinfín de cistianos de todas las formas y opciones de vida, lo que no obsta para que ante instituciones como la ONU sea el papa quien hable, del mismo modo que los estados hablan por sus embajadores y autoridades.
      En odo caso, ya decimos que gracias por su comentario y mostrar las distintas posiciones que nos permiten ivir la sinodalidad.

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